Cronica del Celsius 2025. Parte 1 [Martes, 15]
Aviso antes de que comencéis a leer esta crónica que mi intención es ser honesto a la hora de escribirla; tanto con las cosas buenas, que hubo muchas, como con las malas, que también hubo. También señalar que aquí no encontraréis demasiado sobre las charlas en las que participaron Brandon Sanderson o Joe Abercrombie, porque me fue imposible acceder a ninguna de ellas.
Debo decir que no soy un gran fan de Brandon Sanderson o Joe Abercrombie, no significa que no me gusten, solo que no soy tan fanático como muchas de las personas que fueron este año. Ni siquiera estoy tan metido en sus libros todavía, aunque sí que los he llegado a leer y me gustaron mucho, además de caerme bien por haberlos visto en anteriores Celsius, sobre todo a Abercrombie.
Lo que sí soy es un gran fan del festival desde el 2017, que fue el primero al que asistí, algunos años subiendo crónica después de vivir el evento, y otros asistiendo como un espectador silencioso, por no tener ganas de escribir o directamente por falta de un blog en el que publicarlas.
Este año recuperé la ilusión por escribir y, aparte de subir antiguas reseñas, también quise volver a conectar con el espíritu de este festival subiendo mi sección: repasando a los invitados del Celsius 2025.
Así que me encontraba muy ilusionado por volver al festival en un año que era muy especial, pues, tras haber dedicado tiempo de investigación a los invitados, conocía a más participantes que en todos los años anteriores.
Así que el martes, me desperté con mucha ilusión y me fui al festival por la mañana. En ese momento no había charlas ni había empezado oficialmente, pero mi objetivo era asistir a la exhibición de esgrima. Esa exhibición la hacen todos los años y hasta participé en el taller en ediciones anteriores, en el que te dejan utilizar una espada y te enseñan a usar movimientos de combate.
Mi razón para asistir por la mañana es que sabía que después ya no iría porque prefería las diferentes conferencias que empezaban por la tarde. Es lo que siempre tuvo el Celsius 232, que siempre hay varias cosas sucediendo a la vez y se tiene que priorizar cuál se quiere ver.
Tenía pensado echar un ojo a la tienda de Dragonsteel por simple curiosidad, pero un breve vistazo a la infinita cola que había para entrar fue suficiente para que decidiera olvidarme de ella durante todo el festival. Más tarde, me enteré de que hubo personas que estuvieron numerosas horas esperando para acceder, desde antes de que yo pasara por esa calle atestada de personas hasta ya entrada la tarde.
Toda una locura, que me hace pensar que Dragonsteel tomaron las decisiones correctas para gestionar la participación de un escritor tan célebre como Brandon Sanderson en el festival. En su momento hubo polémica por lo mal que funcionaba la página para las firmas, algo que puedo afirmar que es verdad al haberlo vivido por mí mismo.
Pero tras todo lo vivido puedo afirmar que sí, de no haberlo hecho así las firmas para Brandon Sanderson habrían sido estratosféricas; y peor aún, habrían impedido aún más la circulación por la plaza del Celsius, más de lo que ya lo hicieron el resto de las firmas. Por esta misma razón fue acertado sacar la tienda del centro del Celsius y tenerla en un lugar más apartado donde las colas no interrumpieran el paso. Y menos mal que abrieron por la mañana, si llegan a abrir a las 17:00 capaz a muchos les hubiera llegado la noche sin haber entrado todavía.
Al llegar al lugar donde se celebra el Celsius vi cómo poco a poco se iban preparando los puestos para esta tarde y eso me llenó de ilusión, incluso lo compartí por Twitter, o X, como se empeñaron en cambiarle el nombre, el caso es que fue bonito poder verlos montando todo.
Y antes de avanzar, me gustaría añadir que me encantaría explicar con claridad de qué trató cada charla pero la memoria no siempre es tan precisa como nos gustaría, y no siempre es fácil retener todo lo que se dijo en una charla, sobre todo siendo tantas seguidas en el paso de los cinco días que duró el Celsius 232, así que lo dejaré en que haré mi mejor esfuerzo.
Exhibición de esgrima
Al llegar había gente apuntándose para el taller de la tarde que daría Pelayo Mejido y la asociación asturiana de esgrima antigua, no me apunté porque, como dije, había eventos que me interesaban por la tarde.
Pelayo nos explicó cosas sobre espadas y la forma de utilizarlas, mientras veíamos a otros miembros de la escuela luchar con ellas.
Y mientras tomaba fotos para ilustrar esta crónica, y de paso compartirlas en redes, se me ocurrió grabar trocitos de cada evento y todo lo interesante que viera durante el festival, para luego unirlo todo en un montaje musical con una canción como el tema principal de La noche soñada, o El señor de los anillos para darle un tema épico, ya que es un festival de fantasía. Aunque ya aviso que el entusiasmo de ese momento ha bajado y es probable que ese video no llegue a existir y quede como proyecto abandonado.
Tras esto me volví para casa, pasando una vez más al lado de la gran fila para entrar a Dragonsteel.
Cola para conseguir el Excelsius 2025
Al regresar al Celsius 232 fue a mí a quien le tocó hacer cola para conseguir el Excelsius 2025. Se decía que sólo había cien números, pero había más, creo que 160, ya que cuando repartieron el número me tocó el 122.
Tras esperar llegué al puesto, compré mi Excelsius 2025 en papel y también conseguí un folleto con el programa de este año.
Lo primero que hice fue explorar el lugar, encontrándome con el primer gran cambio en el festival por toda la gente que vino este año, principalmente por Brandon Sanderson.
Otros años se podía pasear tranquilamente por los puestos de libros, este año fue agobiante. Había tanta gente que parecíamos sardinas en lata dentro de la carpa, y en el exterior tampoco era fácil caminar por el lugar.
Primeras presentaciones y firmas
Eso hizo que mi vistazo fuera breve, solo para descubrir lo que había. En mi recorrido podía escuchar y ver de lejos la presentación de El llamador de Ángeles de Ana Blanco Bartolomé.
Aunque la primera presentación que vi oficialmente fue la de Merlot de Natalia Menéndez, ya que tenía la idea de apoyar a esta autora porque es de Avilés y profesora del mismo instituto al que yo fui de adolescente. La historia habla del poder femenino y de no aceptar el destino que se nos impone.
Así que me fui a por el libro y de paso vi el de Rosa Montero: Como lágrimas en la lluvia y también lo compré, ya que sabía que después tenía presentación en el auditorio.
Esperando en la cola para comprar, un hombre muy amable me dijo que Rosa Montero estaba firmando en uno de los puestos, algo que agradecí profundamente. Primero fui a la firma de Natalia Menéndez, disfrutando mucho poder conocerla, y encontrarme con una profesora que me reconoció. Aunque, para mi desgracia, ya no pude recordarla, aunque me habría encantado; y ahora que lo pienso, tal vez con alguna anécdota o algo que me diera un poco más de información, me podría haber terminado acordando más que por el nombre o el rostro, pero en ese momento no caí en ello.
Y en este momento debo hacer un inciso para hablaros de la idea que yo tenía hasta ese momento y cómo habían sido las cosas hasta el año 2024 en este espacio. En años anteriores no importaba si podías llegar al inicio de una conferencia o incluso a la mitad, siempre había espacio dentro del auditorio.
Tanto tú que llegabas a mitad de una charla, como las personas que estaban esperando fuera, iban a encontrar su asiento hasta en los momentos más saturados, sin importar lo grande o famoso que fuera un autor. Eso hacía que echar a la gente careciera de sentido, pues tanto los que estaban dentro como los que estaban fuera iban a encontrar su sitio en esa sala.
De hecho, durante la pandemia, por cuestiones de salud, si se desalojaba; y en el auditorio no importaba, porque te sacaban y tú sabías que hacías cola pero que al final estarías sentado de todos modos para ver la siguiente charla.
Así que estaba lejos de comprender que eso no sería así este año. Simplemente llegué al auditorio y disfruté de la charla de Borislav Slavov, como se hacía normalmente en cualquier año anterior a este.
Borislav Slavov y la música de Baldur´s gate 3
Lo que vi de ella fue muy interesante, y me quedo con dos momentos: los consejos que dio Slavov a nuevos compositores, tratar de empezar con un juego indie sin creer que el éxito será inmediato, algo que solo pasaría si eres familia de Hans Zimmer y eso con sus dudas. También aconsejó no copiar a otros compositores, aunque sirvan de inspiración, porque el mundo no necesita un segundo Zimmer, sino un “tú”, refiriéndose a cada nuevo compositor que estaba entre el público. Consejos que si se analizan pueden ser muy útiles en cualquier campo artístico, y no solo en la música. También resalta una idea que destacó en numerosas charlas de este Celsius 2025: el éxito no sucede de inmediato, sino que se construye poco a poco, con constancia.
El otro momento es cuando nos levantamos y le despedimos con una gran ovación.
Encuentro con Rosa Montero
La siguiente conferencia fue la de Rosa Montero y su saga Bruna Husky, y puedo decir que sus charlas son muy interesantes y ricas en contenido. Tanto si eres fan de ella como si no, te recomiendo que, si tienes oportunidad de ver una, no la desaproveches, seguro que te dará mucho en que pensar.
Nos habló de sus comienzos, de su saga Bruna Husky y de pensar en el paso del tiempo y la muerte, así como de los peligros de la inteligencia artificial en nuestro futuro. De lo que podría ser una súperinteligencia artificial completamente ajena al pensamiento humano y que seríamos incapaces de entenderla, de la misma manera que una hormiga no comprende a los humanos.
Los lobos de Andrea Serra
Tras escuchar esta gran conferencia, salí del auditorio para dirigirme a la carpa y ver una presentación que me interesaba mucho: Echadla a los lobos y Ponedle la corona, de Andrea Serra.
Estos libros me interesaron desde que asistí a su presentación en la Feria del Libro de Gijón; tanto esa charla como esta me resultaron muy interesantes. En ellas se trataron temas muy interesantes que contiene la novela, como que la relación principal tiene su drama porque son dos personas con puntos de vista muy diferentes. Además, que Andrea Serra es fan de Star wars y de la serie Clone Wars y que por tanto se pueden encontrar referencias en sus novelas.
Después me acerqué al filmódromo para que Andrea Serra me firmara los dos libros, donde pude conocerla y hablar con ella para decirle lo mucho que me habían gustado sus dos charlas y mis deseos de leerla y apoyar sus libros.
Tras esto, terminé mi primer día de Celsius 2025, no sin antes echar un último vistazo al lugar y acercarme al puesto de Imagina para saludar a Alberto Santos y Rocío Cuervo, pues me siento cercano a esta editorial desde mis primeras veces en el Celsius 232.
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